La respuesta del futuro, de Tchalai Unger

El Tarot. La respuesta del futuro, de Tchalaï Unger. Ediciones Obelisco, 1991.

El Tarot es como un espejo mágico que despierta nuestra imaginación y nos permite explorar los secretos ocultos dentro de nosotros mismos y en el vasto Universo.

Este extraordinario libro de Tchalaï Unger editado por Ediciones Obelisco en 1991, invita a aventurarse audazmente más allá de las convenciones y adentrarse en los misterios profundos de los Arcanos Mayores, sin ninguna barrera que nos separe de su sabiduría ancestral.

En estas páginas, la autora despliega de manera gradual una serie de conceptos para transmitir su perspectiva del Tarot. Nos muestra la conexión tangible-intangible de este maravilloso modelo, revelándonos dos universos en su esencia.

El texto se presenta en apartados breves pero de gran profundidad, a menudo requiriendo una relectura para captar su esencia. Al igual que otros autores, se enfoca en el Tarot de Marsella, considerado el más lleno de experiencia.

A través de sus palabras, Tchalaï Unger nos brinda comparaciones y análisis fascinantes para reflexionar sobre las cartas. Nos insta a que tomemos el tiempo para leer y desleer los arcanos, sumergiéndonos en el mazo y, en sus propias palabras, «nunca más abrir esta guía». Nos invita a ser voyeurs de las imágenes, a observar cada uno de sus detalles.

El Tarot, una respuesta al futuro es sumamente enriquecedor, pero requiere ciertos conocimientos sobre el Tarot. No expone los significados de las cartas y da por sentadas algunas cosas. Sin embargo, cuando tengas la oportunidad, anímate a leerlo.

El Tarot. La respuesta del futuro. De Tchalaï Unger. Ediciones Obelisco, 1991.

Preámbulo.

«Te interesas por el Tarot, No sabes muy bien por qué. Presientes que contiene elementos que podrían ayudarte a conocer algunas verdades sobre tI mismo, sobre tus elecciones y tu porvenir, y sobre Todo aquello que se mantiene difícilmente accesible desde siempre en cuanto a la naturaleza del mundo o al destino del ser humano, lo que se llama misteriosamente «El Conocimiento». Pero no sabes «por dónde coger» el Tarot.

Te molestan algunas cartas, aunque también reconoces formas, imaginas ideas que te parecen familiares o ejemplares, pero ¿qué se puede hacer con el seis de copas, por ejemplo? Si has leído libros sobre el Tarot te habrás dado cuenta que aparecen muchas palabras mayores, mucha moral, y que los autores parecen muy seguros de que avanzan, aunque se queden más bien en vaguedades. Te preguntas de dónde y de quién proviene esa autoridad, cuando tú no llegas más que a tocar levemente el sentido del Tarot y si sus afirmaciones son justas; sus pruebas para explicarlo consisten en apoyarse en otros sistemas o en sus convicciones íntimas, que por otra parte, pueden no ser falsas; pero sientes profundamente, sin poder expresarlo, que hay algo más; que el Tarot no es esa amalgama confusa, confitada y polvorienta. Tienes razón: el Tarot es en sí una construcción viva, una vía pura e integral, es tu, es el Universo.

Nuestro hilo de Ariadna será e! siguiente: ¿por qué existe el Tarot?, ¿por qué se puede decir que viene del futuro?, ¿cómo encontrar en el Tarot tus propios esquemas interiores y los que son comunes en todo el Universo conocido, sin alejarte de la realidad cotidiana? ¿hasta dónde puede llegar, renunciando a la adivinación aproximativa y peligrosa, pero sustituyéndola por algo mucho más bello: volverse co-creador del Porvenir, el tuyo y el del mundo?.

¿POR QUE? Empecemos por aclarar nuestro vocabulario.» –  Tchalaï Unger.

Tchalai Unger
(1934-2005)

Tchalai Unger, un nombre que resonaría en la historia cultural del siglo XX. Nacida en Europa del Este en 1934, esta joven prodigio del violín se convirtió en el destello luminoso que todos admiraban a los cuatro años de edad. Pero su trascendencia no se limitaría a los escenarios musicales.

Al trasladarse a Francia, Tchalai se sumergió en el fascinante mundo del cine y la contracultura vibrante de París. Su espíritu curioso la llevó más allá de la música y hacia el periodismo, donde se destacó como una crítica reputada de cine y música en reconocidos medios franceses. Paris Match fue testigo de sus reseñas audaces e incisivas que dejaban a los lectores en vilo. También se ganó fama por sus entrevistas inquisitivas y reveladoras a directores de cine, actores y estrellas del rock, como incluso el mismísimo Dylan.

Pero Tchalai era mucho más que una experta en el mundo del entretenimiento. Su sed de conocimiento la llevó a estudiar psicología, deconstrucción y hasta física. Sus inquietudes intelectuales la llevaron a entablar amistades con figuras destacadas como Lacan y el renombrado científico Bohm, a través de sus entrevistas. De hecho, se aventuró en el mundo de la traducción, llevando las palabras de Bohm a nuevos públicos.

Pero, sin duda, uno de los aspectos más fascinantes de la vida de Tchalai fue su pasión por el tarot. En los albores de la década de los 60, recurrió a las cartas para desentrañar los misterios del universo y plasmó sus conocimientos en libros como «El Tarot: Cómo y Por qué», «Huellas invisibles» y «Tarot: juego y gobierno». Su creatividad no se detuvo ahí, ya que también dio vida a barajas de tarot únicas, como el famoso Tarot de los Chamanes. Su legado perdura en los círculos del tarot, especialmente en América Latina y la Unión Europea, donde su influencia sigue siendo impactante.

Tchalai Unger, una mujer adelantada a su tiempo, cuyo nombre ilumina el firmamento cultural con un brillo eterno.

De acuerdo a su propia biografía, que fue plasmada en sus libros, algunas de sus otras creaciones incluyen: La Magia del Desmitificar (una introducción a soplarles el polvo a los mitos), Los Enamorados de lo Maravilloso (una obra acerca de los amantes extraordinarios), Plegarias Ocultas (un compendio de oraciones desconocidas), Sueños Seductores (un viaje por la sensualidad de los sueños), El Tarot Gitano Verdadero (donde revela los secretos auténticos del tarot gitano) y su más reciente obra, los Secretos Gitanos. Este último fue publicado en el añor 2002.

Tchalai Unger (1934-2005). Retrato de Francisco Campiglia. 1995.

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