Los planetas retrógrados, una energía para usar

Los planetas retrogradan cuando la Tierra acelera su ritmo al acercarse al Sol, creando una ilusión de que algunos de estos planetas se mueven hacia atrás.

Como actores ocultos tras el escenario, estos planetas despliegan su influencia mayormente en la segunda mitad de nuestra vida, esperando el momento adecuado para revelarse y mostrarse en toda su esencia.

Nacer con un planeta retrógrado implica tener una tarea pendiente del pasado que debemos completar en esta vida.

Los planetas retrógrados son los más cercanos a la Tierra y, por ende, a nosotros mismos, ya que compartimos este hogar. La única excepción son Mercurio y Venus, que se encuentran más cerca del Sol, en el eje entre el Sol y la Tierra. Además, debemos prestarle una atención especial a Marte, otro planeta retrógrado a lo largo de nuestra existencia.

Por ejemplo, Júpiter es el planeta del pensamiento expansivo, el "sí" del zodiaco, relacionado con las posibilidades y la abundancia. 

Sin embargo, cuando está en retrogradación, esto indica que las aspiraciones pueden demorarse antes de manifestarse. No significa que no ocurrirán, sino que debemos tener paciencia y serenidad para que se concreten. 

Cada planeta retrógrado invita a hacer una revisión profunda del significado interno que representa.

¿Cuántas veces se dan marcha atrás los planetas al año?

Cada uno de los planetas realiza su retrogradación en su propio momento y en nuestro momento de nacimiento, llevamos con nosotros un mínimo de tres y un máximo de seis planetas que retroceden en su signo. 

Cuantos más planetas retrocedan en nuestra carta natal, más oportunidades tendremos de convertirnos en nuestros propios maestros y permitir que los demás sean ellos mismos. 

Por ejemplo, Mercurio retrocede tres veces al año, Venus cada año y medio, Marte cada dos años, Saturno retrocede tres veces al año, mientras que Quirón, Plutón y Urano retroceden una vez al año.

Mercurio, en retroceso astrológico

En la fascinante mitología griega, Mercurio emergió como el perspicaz hijo de Júpiter y Maia, la encantadora hija del titán Atlas. Encarnaba al mensajero divino, dotado de una elocuencia inigualable, un rasgo que los romanos adoptarían del dios griego Hermes. Pero, en contraste, Mercurio también es un signo de gran inteligencia que se debate en cómo abordar sus propias emociones, retrocediendo en su trayectoria dos veces al año.

Si hablamos de los signos del zodiaco, para Cáncer, Escorpio y Piscis, el retroceso de Mercurio indica que es tiempo de tomar pausas y reflexionar sobre las facetas emocionales. En particular, en su retroceso en Escorpio, es fundamental emplear la inteligencia para superar las crisis. Evitar las palabras hirientes y recordar que con esa misma lengua se pueden pedir disculpas y no dejar que nada afecte. Debes pensar cuidadosamente en las decisiones que tomes y considerar cómo te comunicas con los demás.

En cuanto a Capricornio, un signo caracterizado por su intelecto riguroso, cuando Mercurio retrocede, el mensaje astral es claro: relájate, adopta una perspectiva más optimista en lugar de llenarte de pesimismo ante el vaso medio vacío. ¡Observa todo lo bueno que hay a tu alrededor! 

Y ¿qué hay de Acuario? Si Mercurio representa la inteligencia individual y Acuario la inteligencia universal, entonces la mente que está bajo el influjo de este signo necesita evaluar ideas y proyectos, enfocarse en lo racional, involucrarse en la colaboración con grupos y reevaluar planes previos.

En resumen, el vaivén de Mercurio nos invita a reflexionar sobre nuestro intelecto y nuestras emociones, a adoptar una visión más positiva y a evaluar nuestras ideas y acciones desde una perspectiva colaborativa y racional.

Por otro lado, Mercurio y Virgo establecen una conexión especial con el misterioso planeta menor: Quirón o Chirón, el cual simboliza nuestras heridas más profundas y las lecciones que debemos aprender de ellas. La agilidad de Mercurio y la prudencia de Virgo se combinan en esta fase de retrogradación para recordarnos que no debemos divagar, sino concentrarnos en darles un sentido práctico y concreto a nuestros logros intelectuales.

En cuanto a Libra, el signo de las relaciones, nos invita a comprender a nuestra pareja en lugar de entrar en peleas innecesarias. Y en el caso de Sagitario, es importante tener precaución al viajar o concretar negocios en el extranjero, ya que las cosas podrían no salir como se esperaba. Mantener la cautela y la atención en los detalles es crucial para evitar contratiempos inesperados.

El intrigante retroceso de Venus

Venus, conocida como la diosa del amor, la belleza y la fertilidad en la mitología romana, ha capturado la atención desde el siglo III a.C. Esta divinidad se ha presentado en diferentes facetas a lo largo del tiempo, como Afrodita en la mitología griega y la esposa de Vulcano, el dios del fuego y los volcanes encargado de forjar las armas de los dioses y héroes en la mitología romana. 

Venus influye en los signos de Tauro y Libra, pero su retroceso en Aries puede resultar problemático, ya que, al regir también a Libra, puede obstaculizar la evolución del yo y dificultar el proceso de hacerse valer.

No obstante, Venus también se lleva bien con Piscis, pues es capaz de ver más allá de la belleza superficial de los demás. El retroceso de Venus afecta especialmente a Géminis, ya que busca promover una mejor comprensión de sí mismo y fomentar una mayor comodidad con las emociones que experimenta. En el caso de Cáncer, Venus anhela que la atención se enfoque en el hogar y en las relaciones familiares. 

En cuanto a Leo, su influencia se orienta hacia el mejoramiento de la imagen personal y el fortalecimiento del amor propio para evitar caer en la tristeza. En Virgo, se trata de reflexionar sobre los aspectos que se desean cambiar en la alimentación y en la forma de nutrirse en general.

El retroceso de Venus es un fenómeno fascinante y enigmático que invita a cada signo zodiacal a reflexionar y a crecer en diferentes aspectos de su vida.

Un Venus retrógrado en Tauro implica no arriesgarse económicamente en negocios inciertos. En el signo de Tauro, esta energía es altamente productiva, mientras que en Libra se enfoca en establecer conexiones. Debes concentrar tus esfuerzos en actividades espirituales y de curación que te ayuden a despejar tu mente. Así lograrás mantener el equilibrio que representa Venus. 

En Piscis, es importante aprender a no sufrir tanto por las circunstancias que afectan a los demás.

Marte en retroceso

En la mitología romana, Marte era el dios de la guerra, famoso por ser el hijo de Júpiter y Juno. Cuando Marte se encuentra en retroceso, debemos enfocarnos en la paciencia y evitar los conflictos. Es un momento para observarnos a nosotros mismos en lugar de actuar impulsivamente, sin provocar situaciones innecesarias. Este enfoque es un buen desafío para Marte y debe aplicarse a cada área de nuestra carta astral. 

Cuando este planeta vuelva a su movimiento directo, podemos canalizar su energía de manera efectiva. Curiosamente, rara vez se habla de lo que sucede después de la retrogradación de un planeta.

Imagina a Marte como tu dedo índice; si está en retroceso, te estás señalando a ti mismo. Es como cuando un arquero retrocede para tomar impulso antes de disparar su flecha. Cuando sale de la retrogradación, está en una trayectoria directa. En ese momento, aprovecho para liberar toda la lava interna de mi volcán interior y analizarla en una dirección definida. 

El periodo de retrogradación de Marte nos invita a reflexionar sobre por qué no nos hacemos respetar o por qué discutimos tanto. Es una oportunidad para conocer mejor nosotros mismos.

Debido a lo anterior expuesto, Marte siente una profunda aversión por encontrarse en un signo de agua. Es comprensible, ya que Marte es conocido como el planeta rojo de fuego. Esto explica su falta de afinidad con signos como Cáncer, Escorpio y Piscis. Durante su periodo retrógrado, Marte se ve obligado a mitigar conflictos familiares o emocionales en Cáncer, y debe tomar precauciones para evitar caer en apasionadas discusiones con Escorpio

Además, la energía terrenal frena a Marte, por lo que no se siente a gusto en Tauro, Virgo o Capricornio. Tauro es un signo pesado y lento, enclaustrado en su zona de confort, mientras que Marte es impaciente y acelerado, lo que puede generar una confrontación interna. A menos que estemos hablando de un Tauro astuto, capaz de liberarse de sus límites y salir de su encierro.

El analítico y prudente Virgo se choca de frente con el impaciente Marte. Un Marte en Virgo desea actuar sin pensar, es aquí donde es mejor detenerse y reflexionar. En Capricornio, Marte se encuentra en su máxima expresión guerrera, exaltado en la cima de la montaña. 

Cuando Marte está retrógrado en Capricornio, el signo debe cuestionarse: ¿qué quiere hacer mi guerrero al alcanzar la cumbre? Cada individuo deberá meditar sobre esta interrogante de acuerdo a sus propios valores y escalas de prioridades.

Por otro lado, a Marte le encanta darse un paseo por el aire (Géminis, Libra y Acuario) porque se enciende y despliega su lucha interna. Un Marte en Géminis es un maestro en el arte de la rapidez, especialmente en su vocabulario, ya que Géminis es el regente de la inteligencia. Pero hay que tener en cuenta si responde velozmente para lanzar un insulto o con tal precisión que la otra persona se queda sin palabras. 

Cuando Marte se encuentra en Libra, el signo de la paz, el equilibrio y la armonía; puede convertirse en un defensor de la paz o simplemente no encontrar la paz interna para compartirla con otros. 

¿Y qué hay de Acuario? Acuario es un líder comunitario excepcional, y con Marte en retroceso, puede expandir el bien común o simplemente no ejercer el liderazgo.

Planetas retrógrados en astrología / Esotérica (2024)